El 4 de julio de 1776 se aprobó la redacción de la
Declaración de Independencia de los Estados Unidos.
La Declaración de Independencia de los Estados Unidos, leída
solemnemente en Filadelfia, constituye todavía hoy uno de los textos más
innovadores y trascendentes de la historia contemporánea. En él quedaron
proclamados dos principios básicos que recogieron posteriormente los grandes
textos sobre derechos fundamentales: «libertad e igualdad».
De acuerdo con ello, los nuevos estados formaron una
república, regida por un presidente y una asamblea o congreso, elegidos ambos
por todos los habitantes mayores de edad. Se había instituido, pues, un régimen
democrático, fijándose los derechos y deberes de gobernantes y gobernados en
una ley fundamental o Constitución.
El destino de la nueva nación se libró en una guerra con
Gran Bretaña que fue difícil para los estadounidenses durante los tres primeros
años. Después, con la ayuda de franceses y españoles y conducidos por George
Washington, lograron derrotar a su antigua metrópoli en Saratoga (1777) y
Yorktown (1781). Dos años después se firmaba el Tratado de París por el que
Gran Bretaña reconocía la independencia de los Estados Unidos.
Extracto: Texto de la Declaración
"En CONGRESO, 4 de julio de 1776.
La Declaración unánime de los trece Estados Unidos de
América, (...) Por tanto, nosotros, los Representantes de los Estados Unidos,
reunidos en Congreso General, apelando al Juez supremo del Universo, por la
rectitud de nuestras intenciones, y en el nombre y con la autoridad del pueblo
de estas colonias, publicamos y declaramos lo presente: que estas colonias son,
y por derecho deben ser, estados libres e independientes; que están absueltas
de toda obligación de fidelidad a la corona británica: que toda conexión
política entre ellas y el estado de la Gran Bretaña, es y debe ser totalmente
disuelta, y que como estados libres e independientes, tienen pleno poder para
hacer la guerra, concluir la paz, contraer alianzas, establecer comercio y
hacer todos los otros actos que los estados independientes pueden por derecho
efectuar. Así que, para sostener esta declaración con una firme confianza en la
protección divina, nosotros empeñamos mutuamente nuestras vidas, nuestras
fortunas y nuestro sagrado honor."